Pensamientos frios y calidos: El cerebro y la mente a traves de la historia


La inteligencia artificial es una rama de la  informática que trata de crear máquinas capaces de actuar de forma "inteligente". Dado que la inteligencia reside en el cerebro y en el sistema nervioso central, no es extraño que quienes trabajan en esta rama de investigación, se aboquen a intentar estudiar y emular a este órgano. A pesar que existen aun muchos misterios y preguntas de como funciona internamente nuestra mente, estamos  - casi la totalidad del mundo - convencidos que entender el funcionamiento físico del cerebro nos puede dar pistas sobre esto.

Llegar en la historia a este punto no a sido un camino directo y sencillo. Si bien desde tiempos antiguos se considera que el cerebro tiene el papel fundamental en la inteligencia, existieron otros órganos que también recibieron esta actividad: el corazón y el hígado, entre otros. Parar  citar un ejemplo, en la cultura mesopotámica "el corazón es el centro de los movimientos del alma; el hígado el de las emociones sensibles; los riñones centro del vigor físico y el vientre el asiento de los sentimientos y la inteligencia" (cita)

Se suele expresar con calificativos térmicos a dos diferentes formas de actuar. Un comportamiento frío se asocia a uno despojado de sentimientos. La frase "frío y calculador" se aplica a alguien que practica una acción basándose en premisas racionales. Por otro lado se etiqueta como cálido a aquella actitud que pondera lo emocional o empático. El frío se asocia al cerebro ("ser cerebral") en oposición al calor identificado con el corazón. Cómo surgió esta idea?

Es evidente desde una visión científica la separacion de decisiones en dos órganos es incorrecta. Que el corazón es una maravillosa bomba que realiza la circulación de la sangre por todo el cuerpo y que el cerebro y el sistema nervioso central se ocupan de recoger las sensaciones, procesarlas y ejecutar las acciones. Sin embargo los osos de peluche, las cajas de chocolate y las tarjetas de regalo cuando se trata del día de los enamorados tienen dibujos de corazones. El rojo corazón es el símbolo del amor.

Aristóteles
El culpable de está costumbre y del concepto térmico se debe rastrear en el pensador griego Aristóteles. El nacido en Estagira, Macedonia, en el año 384 a.e.c. estudió la anatomía de los animales. Su escrito "historia de los animales" define al corazón como el órgano responsable de las funciones superiores del cuerpo. Pensar y dirigir al resto de las partes mediante la tibia sangre es acción del corazón. Las venas y arterias que irrigan cada rincón del cuerpo son el canal de conexión . La inteligencia reside en el corazón.

Aristóteles también consideró como posible candidato como depositario de la inteligencia al cerebro. Este y el corazón son los únicos que se intercomunicaban con el resto del cuerpo. El primero mediante los nervios, el segundo por los vasos sanguíneos. Dedujo que el órgano que controla todo el cuerpo indefectiblemente debía poder tener forma de alcanzarlo. No obstante la materia gris no le pareció que tuviese ese importante papel. El cerebro, indica, es un sistema de refrigeración del cuerpo. Su papel era lograr que el organismo no colapse por el exceso de temperatura. El calor era generado por el corazón. Esa energía era la que conducía al cuerpo. Para decidir entre los dos se apoyó en experimentos donde punzaba el cerebro y el corazón y sólo al hacerlo en el segundo observaba reacción de dolor. Concluye que el sentir y el actuar no pueden estar en el órgano que no reacciona ni siente.

En concordancia con el pensamiento de Aristóteles, años antes, se habian manifestado también los Antiguos Egipcios. En el proceso de momificación el corazón era el único órgano importante que no era removido. De esa forma - como el libro de los muertos sostenía - el corazón era pesado en el juicio del pasaje a la muerte para saber si era digno de acompañar a Osiris. El corazón era el centro de la conciencia y de la vida misma.

Hipócrates
En la tradición Griega se levantaron voces que reivindicaron al cerebro. No como un radiador de calor sino como, el hoy sabido, responsable de las actividades cognitivas de los animales. Entre ellas la de Hipócrates. En su libro "sobre la enfermedad sagrada" escribía:
"Los hombres deben saber que los placeres, las alegrías, la risa y las diversiones así como también las penas, las aflicciones y las inquietudes no se localizan en ningún otro órgano sino en el cerebro. Gracias especialmente a él, pensamos, vemos, oímos y distinguimos lo feo de lo hermoso, lo malo de lo bueno, lo agradable de lo desagradable, discerniendo unas cualidades por la costumbre, percibiendo las otras por su utilidad. También por obra suya deliramos, enloquecemos, sufrimos la presencia de pesadillas, terrores, unas veces de noche, otras incluso durante el día, insomnios, extravíos injustificados, preocupaciones infundadas, desconocemos cosas habituales y realizamos actos insólitos."
Hipócrates, nacido en Cos alrededor del 460 a.e.c., se refiere a la epilepsia en este tratado. Además de fijar al cerebro como centro del pensamiento, enuncia que toda enfermedad tiene un origen natural (y no divino o mágico). Esto último tiene una importancia histórica que no fue aceptada por la gran mayoría de sus contemporaneos.

Galeno de Pergamo
Fue Galeno otro individuo de vital importancia en esta historia. Experto anatomista solía realizar experimentos para aprender sobre el funcionamiento del cuerpo. Un azaroso descubrimiento lo llevó a públicamente defender la responsabilidad del cerebro en el control del cuerpo. El conocido como el experimento del "cerdo chillón" fue expuesto públicamente en Roma.

Galeno vivió alrededor de el año 130 d.e.c., fue un filósofo y médico nacido de Pergamo. Para investigar sobre el funcionamiento del cuerpo solía experimentar con cerdos y otros animales vivos. En sus experimentos los pobres animales solían chillar y resistirse. En cierta ocasión trabajando con un cerdo procedió a seccionar el nervio laríngeo inferior. Inmediatamente el animal dejó de emitir sonido, aunque se mantuvo realizando todos los demás movimientos para intentar resistirse. Galeno interpretó a esto como la demostración que las órdenes del cuerpo eran llevadas a cabo por el cerebro (Puesto que este nervio era parte del sistema nervioso). Repitió el procedimiento en Roma frente a un grupo de intelectuales y compartió su hipótesis con ellos.

El público presente estaba profundamente inflluenciado por Aristoteles. Por lo que no se mostró convencido de la conclusión de Galeno. Incluso algunas voces se levantaron con cólera e indignación. Desde un "eso no prueba nada", a un "en última instancia eso pasa en los animales y no en los seres humanos" a un "no importa lo que me muestres, no estoy dispuesto a creerte" (este último toda una muestra de obstinación y ausencia de apertura mental).

Galeno incluso postula en su libro "Del uso de las partes" que dentro del cerebro se produce el razonamiento:
"En esos comentarios, he hecho las demostraciones probando que el alma racional está alojado en el encéfalo; que ésa es la parte con la que razonamos; que contiene una gran cantidad de pneuma psíquico; y que ese pneuma adquiere su calidad especial de la elaboración que tiene lugar en el encéfalo"
Siguiendo este razonamiento apoya la idea de que diferentes esferas de la mente se ubican en diferentes partes del cerebro. Aunque, no pudo ubicar esto físicamente. La teoría ventricular, como fue llamada, fue ampliamente difundida durante la edad media. En esta época, si bien fue altamente influenciada por el pensamiento aristotélico y el dogma religioso, la idea del cerebro como lugar del pensamiento fue mantenida.

La idea de que diferentes ventrículos del cerebro manejan diferentes facetas de la mente humana se nutre de pensadores que, a veces solo con buenas intenciones, comienzan a indicar la especialización de partes de la materia gris en ciertos aspectos de la cognición. Proponían la existencia de tres, cuatro o cinco ventrículos del cerebro con propósitos diferenciados. Nemesio, obispo de la ciudad de Homs en el año 390 d.e.c. propone en su obra "sobre la naturaleza del hombre" la existencia de tres ventrículos: el primero tendría potestad sobre el sentido común y la imaginación, el segundo estaba reservado a la razón y pensamiento; y el tercero para la memoria.

Durante toda la edad media la teoría del ventrículo se mantuvo. El foco y el conflicto estaba puesto en una cuestión teológica: si el alma estaba en el cerebro o no. El alma es inmaterial e inmortal. Luego de la muerte física del cuerpo es enjuiciada para determinar un destino en el cielo o en el infierno. Para esto, se analiza la vida y los actos del sujeto. De acuerdo a si pesan mas las acciones positivas o negativas se hace acreedor de una eternidad de tormentos o del acceso al paraíso. Pero, si el sentir y el recordar se encuentran dentro de un órgano terrenal como el cerebro, el alma también reside ahí?

Comenzando la edad contemporánea se comenzó nuevamente a tener avances y diferentes teorías sobre las funciones cerebrales y su localización. Se deja de lado al ventrículo para comenzar a hablar de regiones del cerebro (los lóbulos). En este escenario se comienzan a estudiar diferentes lesiones cerebrales y su impacto en las personas. Se llega a la conclusión que ciertas regiones dañadas afectan ciertas actividades como hablar, recordar, sentir, decidir, etc. Un caso paradigmático fue el de Phineas Gage. En 1848 Phineas sufre un accidente con explosivos que ocasiona que una barra metálica ingrese a su cráneo y lesionando parte de su cerebro. Increíblemente salva su vida y luego de dos meses en el hospital regresa a su hogar sin ninguna merma en sus capacidades cognitivas. El problema fue que, esto no fue así. Luego del accidente un cambio profundo se produjo dentro de la personalidad de Phineas. Las lesiones habían afectado funciones profundas de su comportamiento que impedían que pueda planificar o refrenar ciertos impulsos. Se convirtió en un hombre que no concluía sus tareas, pendenciero e irresponsable. Su caso fue documentado por el doctor Harlow que lo atendió y ampliamente estudiado por neuroscientificos de la actualidad.

Ciertas regiones del cerebro se activan para realizar ciertas tareas: pensar, planear, sentir. La aparición de las tomografías ayuda a poder visualizar esto. Pero ¿qué pasa dentro de estas regiones? ¿Como funcionan? Para eso se requiere entender a la unidad del sistema nervioso central. Y eso es otra historia digna de repasar.

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